El Tribunal Supremo ha emitido una decisión unánime que establece que los tribunales federales no pueden revisar las decisiones de los funcionarios de inmigración de revocar las peticiones de visado previamente aprobadas. Esta sentencia aumenta significativamente la discrecionalidad del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) sobre la aplicación de las leyes de inmigración, limitando la supervisión judicial.
Detalles de la Decisión
El juez Ketanji Brown Jackson, que escribe para el Tribunal, aclaró que las revocaciones de visados son decisiones discrecionales tomadas por el DHS, que el Congreso ha eximido de revisión judicial. Esta decisión subraya el amplio poder ejecutivo en materia de inmigración.
Implicaciones de la sentencia
El momento en que se produce esta sentencia es notable, ya que el ex presidente Donald Trump ha indicado planes para introducir cambios sustanciales en materia de inmigración si es reelegido. Entre ellas, poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento y restablecer las prohibiciones de viajar. Según la decisión del Tribunal, el DHS tendría una autoridad amplia y no revisable para revocar visados, alineándose con tales iniciativas y reduciendo la supervisión judicial.
Antecedentes del caso
El caso afectaba a Amina Bouarfa, ciudadana estadounidense cuya petición de visado para su marido fue aprobada inicialmente, pero revocada posteriormente por el DHS debido a acusaciones de un «matrimonio simulado» previo para eludir las leyes de inmigración. El Tribunal distinguió entre decisiones obligatorias, que siguen normas específicas, y decisiones discrecionales, en las que los funcionarios tienen libertad para decidir. Las revocaciones de visados entran en la categoría de discrecionales, por lo que no están sujetas a revisión judicial.
Preocupaciones y garantías
Los defensores de los inmigrantes expresan su preocupación por que la sentencia pueda dar lugar a revocaciones generalizadas de visados en futuras administraciones. Aunque los tribunales pueden seguir ocupándose de las violaciones constitucionales, como las revocaciones basadas en la religión o sin las debidas garantías procesales, el DHS tiene ahora una gran libertad para aplicar amplias políticas de inmigración mediante la revocación de visados.
El Tribunal señaló que siguen existiendo algunas salvaguardias. Los solicitantes de visado pueden volver a solicitarlo si se revocan sus aprobaciones, y los tribunales aún pueden revisar las denegaciones iniciales de visado. El juez Jackson destacó que esto deja «margen para la clemencia» en el sistema, aunque los críticos sostienen que esto puede ofrecer un alivio práctico limitado durante los periodos de aplicación agresiva.
Resolución de discrepancias jurídicas
Esta decisión resuelve una división entre los tribunales federales de apelación en relación con la revisión judicial de las decisiones de revocación de visados. Se espera que la sentencia afecte a numerosos casos de inmigración en los que el DHS revoca visados previamente aprobados tras descubrir información descalificadora.